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A pesar de los avances en soluciones de Endpoint Detection and Response (EDR), muchas amenazas avanzadas siguen pasando desapercibidas. El ransomware sin archivos (fileless), los ataques en memoria, los movimientos laterales dentro de la red y las amenazas persistentes avanzadas (APT) son solo algunos ejemplos. Para enfrentarlos, el enfoque tradicional ya no basta. Aquí es donde el MDR (Detección y Respuesta Administrada) se convierte en un aliado indispensable para cualquier organización con activos digitales críticos.

Limitaciones del EDR tradicional frente a amenazas evasivas

Los EDR se enfocan en los endpoints y su actividad, pero no tienen visibilidad completa sobre la red, la nube, o el comportamiento del usuario en contexto. Además, muchos ataques modernos están diseñados para evadir estos sistemas. Los ataques fileless, por ejemplo, operan únicamente en la memoria del dispositivo, sin dejar archivos en el disco, lo que hace que no activen las alertas tradicionales del EDR.

Tampoco pueden detectar movimientos laterales que se esconden bajo credenciales legítimas o cadenas de eventos aparentemente válidas. Esto crea una falsa sensación de seguridad y retrasa la contención.

Cómo el análisis contextual y la inteligencia de amenazas potencian el MDR

A diferencia del EDR, el MDR analiza múltiples vectores simultáneamente: comportamiento de red, uso de credenciales, tráfico DNS, registros en la nube, eventos de autenticación y más. Esta riqueza de datos, combinada con inteligencia de amenazas y machine learning, permite identificar correlaciones que revelan amenazas antes de que actúen.

Por ejemplo, una conexión inusual desde un endpoint legítimo, un aumento repentino en privilegios o la ejecución de scripts PowerShell sin contexto pueden parecer inocuos por separado, pero vistos en conjunto pueden activar una alerta temprana de intrusión.

Ejemplos concretos: APTs, ataques fileless y movimientos laterales

Un ataque de tipo APT puede usar múltiples vectores para infiltrarse, mantenerse oculto y exfiltrar información durante semanas o meses. El MDR está preparado para identificar patrones inusuales, incluso sin la presencia de malware tradicional.

De igual forma, los movimientos laterales que implican el uso indebido de cuentas válidas o herramientas nativas del sistema (como PsExec, WMI o RDP) suelen ser invisibles para soluciones convencionales. El MDR detecta estos comportamientos por su desviación de la norma, no por la presencia de archivos maliciosos.

Capacidades clave que debe ofrecer un buen servicio MDR

Para enfrentar amenazas invisibles, el MDR debe:

  • Proveer visibilidad completa sobre endpoints, red, nube e identidades.
  • Aplicar análisis de comportamiento y correlación avanzada de eventos.
  • Integrar inteligencia de amenazas en tiempo real.
  • Tener capacidades de threat hunting activo.
  • Contar con analistas humanos para interpretar eventos complejos.
  • Ejecutar respuestas automatizadas y escalables.

Conclusión: en un entorno donde los atacantes evolucionan más rápido que las defensas tradicionales, contar con un MDR robusto, contextual y proactivo no es una opción, sino una necesidad. Detectar lo que otros no ven puede marcar la diferencia entre una brecha menor y una catástrofe empresarial.

Para más información sobre cómo protegerte de amenazas invisibles, contáctate con Lockbits, expertos en ciberseguridad y representantes oficiales de ESET en Chile a contacto@lockbits.cl

 

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